2024
La primavera presentó lluvias en régimen normal lo que permitió un muy buen desarrollo de los nuevos brotes y una completa superficie foliar. Luego de un enero con pocas lluvias y temperaturas en valores medios normales, la cosecha comenzó unos días más tarde que el promedio registrado. Se registraron lluvias, algunas intensas, especialmente en la etapa final de la cosecha, lo que exigió un manejo muy cuidado de la fruta para conseguir una buena madurez conservando su sanidad.
2023
La primavera y verano presentaron lluvias por debajo de la media. Las temperaturas durante la madurez fueron algo mayores que la media, resultando en una cosecha un poco adelantada, con madurez y sanidad de las uvas muy buenas. Estas condiciones del clima hicieron que el momento de cosecha se decidiera fundamentalmente para mantener el equilibrio de azúcar y acidez, teniendo en ese momento muy buena concentración de color y polifenoles.
2022
La primavera y verano presentaron lluvias por debajo del régimen normal con deficiencia de agua en algunos sectores del viñedo, pero a mediados de enero se produjeron lluvias por encima de lo normal para la temporada de verano. La suma acumulada de temperatura en el período vegetativo presentó valores en la media, lo cual resultó en una cosecha en fecha normal para las diferentes variedades. Las condiciones en la madurez exigieron un manejo muy cuidado de la fruta para conseguir una buena madurez conservando su sanidad.
2021
La primavera y verano presentaron lluvias por debajo del régimen normal con deficiencia de agua en algunos sectores, pero en el final de enero se produjeron lluvias por encima de lo normal para estas fechas. La suma acumulada de temperatura en el período vegetativo fue la menor registrada en los últimos 10 años, lo cual resultó en una etapa de madurez algo más prolongada y una vendimia un poco tardía. La cosecha, en especial para las uvas tintas, se realizó con una buena sanidad y madurez de las uvas.
2020
Luego de una primavera con un régimen normal de lluvias y temperatura, el verano presentó lluvias por debajo de la media, resultando en una muy buena madurez y sanidad de las uvas. El momento de cosecha se decidió fundamentalmente para mantener el equilibrio de azúcar y acidez.
2019
Durante el período vegetativo el registro de lluvias fue normal, lo que aseguró un desarrollo correcto de los nuevos brotes, y el clima durante la madurez presentó lluvias en el régimen normal. Sin embargo, algunas lluvias en el inicio de febrero resultaron en una concentración de azúcar un poco menor en nuestras variedades blancas.
2018
El verano 2018 presentó lluvias por debajo de la media por lo tanto la madurez y sanidad de las uvas fueron muy buenas. El momento de cosecha se decidió fundamentalmente para mantener el equilibrio de azúcar y acidez.
2017
Durante el período vegetativo el registro de lluvias fue normal, lo que aseguró un desarrollo correcto de los nuevos brotes. El clima durante la madurez fue estable, aunque se produjeron algunas lluvias a finales de enero.
2016
Enero presentó un régimen normal de lluvias. Durante la cosecha en los meses de febrero y marzo se tuvo una ausencia casi total de precipitaciones. La madurez
y sanidad de las uvas fueron muy buenas. La cosecha se realizó en un muy buen equilibrio de azúcar y acidez, presentando las variedades tintas, especialmente el Merlot, una intensidad colorante muy importante.
2015
Luego de una primavera con lluvia por encima de la media anual y un buen desarrollo vegetativo durante la madurez, el clima fue muy estable con alta iluminación.
2014
La primavera presentó un régimen normal de temperaturas y lluvias. En el mes de diciembre las lluvias estuvieron por debajo de la media, pero permitieron al viñedo un buen desarrollo del follaje y sanidad. Sin embargo, en enero y la primera mitad de febrero hubo lluvias muy intensas, por lo cual la vendimia requirió mucho trabajo, fue necesario incrementar los raleos de los viñedos y el cuidado de la sanidad de la fruta. Durante la segunda quincena de febrero y en el mes de marzo no se presentaron lluvias, lo que permitió tener una buena madurez en muchas parcelas de la variedad Tannat.
2013
Fue una vendimia en la cual el ciclo vegetativo de la vid presentó lluvias por encima de la media en la primavera, con un desarrollo de follaje importante, y un enero seco lo cual dio condiciones favorables para la madurez. Tuvimos buenos resultados en las variedades con las que trabajamos. Las fechas para todas las variedades fueron más tempranas que la media. En esta vendimia en algunas zonas localizadas ocurrieron tormentas (granizo), pocos días antes de la cosecha, que provocaron daños en algunos viñedos de Uruguay.
2012
Fue una primavera con pluviosidad normal dando un equilibrado desarrollo vegetativo. El inicio del verano fue seco, pero hubo lluvias previamente a la vendimia, resultando vinos equilibrados que presentan una fresca acidez típica de nuestra región.
2011
Fue un año con un clima muy bueno durante todo el período vegetativo permitiendo una muy buena madurez de la fruta, con una vendimia en las fechas promedio para nuestra región.
2010
Fue un año con un régimen de lluvias por encima de la media para Uruguay, lo que exigió un trabajo intenso para el manejo del viñedo. Con el trabajo realizado en el viñedo y esperando el momento óptimo de cosecha se obtuvieron vinos con interesante aroma frutal y frescura en boca.
2009
Este año presentó un mínimo histórico de precipitaciones en el período de desarrollo vegetativo (octubre - diciembre), dando granos pequeños y alta concentración. La vendimia se realizó en fechas tempranas. Las variedades tintas presentaron un elevado contenido de azúcar y de valores de polifenoles totales.
2008
Luego de un invierno muy frío, con más de cuarenta heladas, el período de crecimiento vegetativo de la planta y madurez del fruto presentó valores de pluviometría, horas sol y temperatura en la media. La madurez fenólica de las variedades tintas fue muy buena, con valores por encima de la media para antocianos y polifenoles totales. En la cosecha del Tannat se registraron lluvias que resultaron en niveles de alcohol más bajos que la media.
2007
El año 2007 se caracterizó por tener un enero muy seco, registrando escasas lluvias, y temperaturas máximas en la madurez muy altas comparando con otros años. Estas condiciones produjeron uvas con elevadísimo contenido de antocianos y baja acidez.
2006
Este año se caracterizó por un invierno muy tenue con solo ocho heladas, y muy bajas lluvias en el período de crecimiento vegetativo (octubre - diciembre). Sin embargo, el mes de enero presentó lluvias por encima de la media. Estas condiciones dieron uvas con un contenido de antocianos bajo, pero los vinos presentaron agradables notas aromáticas y redondez en boca.
2005
Enero presentó lluvias por encima de la media, pero durante la madurez las lluvias fueron menores al promedio y las temperaturas máximas más bajas. En los meses de diciembre a enero se tuvo una alta heliofanía. El momento de cosecha y los valores de los parámetros de calidad de la fruta fueron normales.
2004
Tras lluvias superiores a la media de octubre a diciembre, el verano se presentó seco y permitió una buena madurez de la fruta. La madurez se vio beneficiada por una alta heliofanía para los meses de diciembre a marzo. Los valores en el momento de la cosecha para el alcohol en potencia y color fueron elevados.