Historia
Historia
Nuestra incursión en el mundo del vino comenzó en 1998, cuando adquirimos un viñedo de 35 años en Las Violetas, Canelones. Desde el inicio nuestro principal objetivo es alcanzar la más alta calidad. Junto a Eduardo Boido, nuestro enólogo, desarrollamos el proyecto de la bodega.
En 2001 adquirimos una hermosa propiedad en Melilla, Montevideo, a tan solo 25 km de los viñedos de Las Violetas. En ese lugar, se encontraba una antigua bodega que había funcionado en las décadas de 1950 y 1960. Decidimos restaurar el edificio y plantar nuevos viñedos, dando lugar así a un hermoso paisaje que había permanecido abandonado durante muchos años. El tamaño reducido de la bodega se ajustaba perfectamente a las características de nuestro proyecto: una producción limitada que nos permitiría obtener una calidad excepcional.
El predio de Las Violetas contaba con tres variedades de uva: Chardonnay, Merlot y Tannat. Nosotros agregamos el Albariño y el Tempranillo, así como lo hicimos en Melilla posteriormente. Nuestras raíces gallegas nos motivaron a plantar estas dos variedades españolas. En Uruguay ya había algunas plantaciones de Tempranillo, pero no de Albariño.
Plantar esta variedad significó un gran desafío, ya que no había experiencias anteriores, pero las condiciones climáticas similares a las de Galicia, así como la cercanía al mar, hacían pensar que podía funcionar muy bien y así fue. Plantamos una hectárea en 2001 y tuvimos la primera cosecha en el 2004. Se adaptó tan bien que sumamos cuatro hectáreas en los años siguientes. Tras los buenos resultados obtenidos, otros colegas comenzaron a plantarla y hoy en día es la variedad que más crecimiento ha tenido.
Diversificamos nuestros viñedos instalándonos en varias zonas. En la región sur contamos con un tercer viñedo en Canelón Chico, donde tenemos Semillón, Merlot y Tannat. Este originalmente pertenecía a la familia de nuestro enólogo y director, Eduardo Boido. Él mismo plantó algunas parcelas entre 1985 y 2011. Se incorporó como viñedo de la Bodega en 2018.
En la región este plantamos las primeras parcelas del viñedo Pan de Azúcar en 2010, dos años después de adquirir el predio; y en Punta Negra nos instalamos en 2014, iniciando la plantación del viñedo que denominamos Las Espinas en 2016. Plantamos variedades que ya teníamos en el sur (Chardonnay, Merlot y Tannat), e incorporamos Pinot Noir en ambos viñedos y Riesling solo en Pan de Azúcar. Estas dos últimas variedades se adaptan muy bien en climas un poco más fríos, por eso elegimos esta zona para plantarlas, porque generalmente tenemos temperaturas que están un par de grados por debajo de las del sur.
Esta expansión en forma mesurada y paulatina nos ha brindado la oportunidad de explorar y aprovechar las particularidades de cada terroir. Cada zona tiene su diferenciado microclima, tipo de suelo y exposición solar, lo que influye directamente en las uvas que producimos permitiendo crear vinos con personalidad.
Solo utilizamos uvas de nuestros propios viñedos. Tenemos un control completo sobre el proceso de producción, desde la selección de las variedades de uva adecuadas hasta las prácticas agrícolas y el cuidado meticuloso de las vides. Esto nos permite garantizar la calidad y trazabilidad de nuestras uvas, asegurando que solo utilizamos la materia prima más excepcional en la elaboración de nuestros vinos.
El enoturismo también juega un rol muy importante en nuestro emprendimiento. Abrir nuestras puertas a los visitantes para que nos conozcan nos ha dado la oportunidad de compartir nuestra filosofía y la forma en que trabajamos, mientras brindamos la posibilidad de probar nuestros vinos en un entorno agradable, acompañados por platos regionales elaborados en nuestra cocina con la mejor materia prima. Inauguramos nuestro primer restaurante en 2006, en Melilla, donde está ubicada la bodega. En el mismo predio tenemos nuestro "Garage", el cual inauguramos en 2017. Este espacio tiene el encanto particular de poder realizar una degustación en medio de la colección de autos clásicos de la familia. Tras instalarnos con viñedos en Maldonado, abrimos a fines del 2022 nuestro restaurante Las Espinas en el propio viñedo en Punta Negra y un restaurante de vinos y tapas en la península de Punta del Este.
En 2001 adquirimos una hermosa propiedad en Melilla, Montevideo, a tan solo 25 km de los viñedos de Las Violetas. En ese lugar, se encontraba una antigua bodega que había funcionado en las décadas de 1950 y 1960. Decidimos restaurar el edificio y plantar nuevos viñedos, dando lugar así a un hermoso paisaje que había permanecido abandonado durante muchos años. El tamaño reducido de la bodega se ajustaba perfectamente a las características de nuestro proyecto: una producción limitada que nos permitiría obtener una calidad excepcional.
El predio de Las Violetas contaba con tres variedades de uva: Chardonnay, Merlot y Tannat. Nosotros agregamos el Albariño y el Tempranillo, así como lo hicimos en Melilla posteriormente. Nuestras raíces gallegas nos motivaron a plantar estas dos variedades españolas. En Uruguay ya había algunas plantaciones de Tempranillo, pero no de Albariño.
Plantar esta variedad significó un gran desafío, ya que no había experiencias anteriores, pero las condiciones climáticas similares a las de Galicia, así como la cercanía al mar, hacían pensar que podía funcionar muy bien y así fue. Plantamos una hectárea en 2001 y tuvimos la primera cosecha en el 2004. Se adaptó tan bien que sumamos cuatro hectáreas en los años siguientes. Tras los buenos resultados obtenidos, otros colegas comenzaron a plantarla y hoy en día es la variedad que más crecimiento ha tenido.
Diversificamos nuestros viñedos instalándonos en varias zonas. En la región sur contamos con un tercer viñedo en Canelón Chico, donde tenemos Semillón, Merlot y Tannat. Este originalmente pertenecía a la familia de nuestro enólogo y director, Eduardo Boido. Él mismo plantó algunas parcelas entre 1985 y 2011. Se incorporó como viñedo de la Bodega en 2018.
En la región este plantamos las primeras parcelas del viñedo Pan de Azúcar en 2010, dos años después de adquirir el predio; y en Punta Negra nos instalamos en 2014, iniciando la plantación del viñedo que denominamos Las Espinas en 2016. Plantamos variedades que ya teníamos en el sur (Chardonnay, Merlot y Tannat), e incorporamos Pinot Noir en ambos viñedos y Riesling solo en Pan de Azúcar. Estas dos últimas variedades se adaptan muy bien en climas un poco más fríos, por eso elegimos esta zona para plantarlas, porque generalmente tenemos temperaturas que están un par de grados por debajo de las del sur.
Esta expansión en forma mesurada y paulatina nos ha brindado la oportunidad de explorar y aprovechar las particularidades de cada terroir. Cada zona tiene su diferenciado microclima, tipo de suelo y exposición solar, lo que influye directamente en las uvas que producimos permitiendo crear vinos con personalidad.
Solo utilizamos uvas de nuestros propios viñedos. Tenemos un control completo sobre el proceso de producción, desde la selección de las variedades de uva adecuadas hasta las prácticas agrícolas y el cuidado meticuloso de las vides. Esto nos permite garantizar la calidad y trazabilidad de nuestras uvas, asegurando que solo utilizamos la materia prima más excepcional en la elaboración de nuestros vinos.
El enoturismo también juega un rol muy importante en nuestro emprendimiento. Abrir nuestras puertas a los visitantes para que nos conozcan nos ha dado la oportunidad de compartir nuestra filosofía y la forma en que trabajamos, mientras brindamos la posibilidad de probar nuestros vinos en un entorno agradable, acompañados por platos regionales elaborados en nuestra cocina con la mejor materia prima. Inauguramos nuestro primer restaurante en 2006, en Melilla, donde está ubicada la bodega. En el mismo predio tenemos nuestro "Garage", el cual inauguramos en 2017. Este espacio tiene el encanto particular de poder realizar una degustación en medio de la colección de autos clásicos de la familia. Tras instalarnos con viñedos en Maldonado, abrimos a fines del 2022 nuestro restaurante Las Espinas en el propio viñedo en Punta Negra y un restaurante de vinos y tapas en la península de Punta del Este.